El Porqué del Blog...

Somos un grupo de estudiantes y académicos del Instituto Tecnológico de Tehuacán, interesados en el fomento de la Ciencia y la Cultura en nuestra institución, y en la realidad social y política de nuestro país.
Como estudiantes y académicos participamos activamente dando a conocer nuestras opiniones acerca de los acontecimientos relacionados con estos aspectos actuando como contrapeso moral y ético a la actual Administración del Instituto Tecnológico de Tehuacán.

miércoles, 17 de enero de 2007

Digamos no a la certificación ISO

He tenido delante de los ojos algo que salta a la vista
y todavía no lo veo...

(Magistrado, en Esperando a los bárbaros de J.M. Coetzee)

La certificación ISO 9001 se está convirtiendo en una obligación en el Instituto Tecnológico de Tehuacan, la cual no estaría mal si no fuera porque su búsqueda no tiene como fin la mejora de nuestra Institución. Las autoridades del Tecnológico y responsables de la implementación del programa no han considerado que estas normas tienen serios cuestionamientos con respecto a sus efectos en el desempeño real de las funciones de nuestra Institución. Hasta ahora nunca han explicado lo suficiente a la comunidad tecnológica sobre la bondad de estas normas y por qué es importante lograr dicha certificación.

Para saber si la certificación conviene o no a los intereses y propósitos del Tecnológico es necesario que se de respuesta a las siguientes preguntas: ¿Puede la certificación ayudar a mejorar el desempeño de las actividades del Tecnológico? ¿Puede la certificación ayudar a mejorar la calidad en los procesos del Tecnológico? ¿El costo de la certificación justifica su imposición? Estas preguntas son fundamentales pues si la certificación no tiene como punto de partida estos cuestionamientos, la certificación podría ser utilizada con otros fines distintos a la búsqueda de mejoras en el desempeño.

En primer lugar, el énfasis de los estándares ISO 9001 está en la documentación formal del sistema de calidad. Las organizaciones usualmente deben hacer enormes esfuerzos para tener su documentación al día con los requerimientos de los estándares por lo que, consecuentemente, este es el talón de Aquiles del ISO 9001. Se dedica demasiado esfuerzo al papeleo, a la documentación detallada y a la teneduría de libros y casi no se hace nada para reducir la variabilidad y mejorar los procesos y productos. Para muestra un botón: los profesores ya no sabemos si debemos cumplir con el exceso de documentación que se nos pide o cumplir con nuestras actividades sustanciales, los jefes de departamento tienen que decidir entre mantener su documentación al día con los requerimientos de los estándares o cumplir con sus funciones administrativas y académicas. Se está dando en nuestro Tecnológico que los jefes de departamento casi no asisten a clases ¿será consecuencia de lo que acabamos de mencionar o habrán otros motivos adicionales? Sabemos también que para tener la documentación al día, en los departamentos se están inventando y alterando documentos con el único propósito de cumplir en tiempo y forma, aunque sea con documentación alterada o falsa. Somos testigos de que no se están dedicando los esfuerzos suficientes para mejorar los procesos y productos: observemos cómo están los jardines, los baños, la limpieza en general de las instalaciones, los laboratorios y la cuestión académica. Los jardines deteriorados si no perdidos, los baños descompuestos que dan lástima, salones y andadores totalmente sucios (se avecina el tiempo de lluvias y si tenemos memoria sabemos que cada vez que llueve el lodo acumulado en los andadores nunca es retirado por trabajo del departamento de servicios generales, así que las costras de lodo seco las vamos esparciendo durante semanas cuando caminamos y por la acción del viento con consecuencias serias en la salud de los estudiantes y trabajadores), laboratorios que no tienen los materiales y equipos necesarios para la realización de las prácticas, jefes de departamento que no asisten con regularidad a sus clases y el deterioro del proceso de enseñanza-aprendizaje por la conceptualización equivocada del famoso nuevo modelo educativo.

Se sabe también que la mayor parte de los registradores, auditores y consultores no están suficientemente educados o con la experiencia suficiente en las herramientas técnicas para la mejora de la calidad. A menudo estas personas son totalmente ignorantes en cuanto a lo que constituye la práctica estadística y la ingeniería de calidad moderna, y usualmente están familiarizados solamente con las técnicas más elementales. Por consiguiente, este grupo de personas creen equivocadamente que lo que están haciendo está bien y por que no saben se concentran principalmente en los aspectos de la certificación relacionados con la teneduría de libros, registros y papeleo.

La certificación ISO se caracteriza por sus altos costos. Costos imputables a consultores y entrenamiento, implementación, certificación, vigilancia y mantenimiento de la certificación. Se ha estimado que las actividades de registro ISO en todo el mundo cuestan aproximadamente 40 mil millones de dólares por año y la mayoría de este dinero fluye hacia los registradores, auditores y consultores. Esta cantidad de dinero no incluye los costos internos de las organizaciones para alcanzar la certificación, tales como las miles de horas de ingeniería y esfuerzo administrativo, viajes, entrenamiento interno y auditoría interna. Imaginemos qué sucedería si una buena parte del dinero y recursos que se destinan a la certificación se utilizara en la mejora de los procesos en nuestra institución; por ejemplo, se tendrían los reactivos para la realización de prácticas, las prácticas de laboratorio rendirían los resultados esperados por utilizar los reactivos con la calidad requerida, los alumnos no tendrían qué comprar los materiales necesarios para cada una de sus prácticas, los laboratorios de cómputo tendrían mejores computadoras, el software necesario y el número de licencias correspondientes. Por cierto, esta administración se ha preocupado en dotar a las oficinas administrativas con las mejores computadoras y a sus jefes de departamento con buenas laptops, pero esta preocupación no se ha hecho extensiva a los laboratorios de cómputo, en los que se trabaja con computadoras deterioradas y obsoletas y en su mayoría con software pirata. Soñemos también que si una buena parte del dinero mal gastado en la certificación se ocupara para un programa bien diseñado de cursos a profesores—pero hablamos de cursos enfocados a la actualización profesional—la mejora académica sería sustancial. Imaginemos también lo que sucedería si parte del esfuerzo y dinero que se están destinando a la certificación se ocupara para lograr la acreditación de las carreras del Tecnológico, a mediano plazo tendríamos acreditadas la mayoría de las carreras y en cuyo caso podríamos asegurar la calidad académica en nuestros programas de estudio.

Por la manera con la que se está buscando la certificación, y si ésta se logra será utilizada para desviar la atención en alcanzar la calidad académica y para sepultar con documentos todas las deficiencias en nuestro Tecnológico.

Creemos que la certificación ISO es un desperdicio de esfuerzos y que nuestra Institución estaría mejor si decimos “no a la certificación ISO”. En lugar de gastar tanto dinero en la búsqueda de la certificación, por qué no gastarlo en la mejora de los procesos y en un programa serio para la acreditación de las carreras.

Nota bene: Este post publica el artículo que hicimos circular entre el personal del tecnológico de Tehuacán el mes de abril del 2006, cuando aún no se había logrado la certificación ISO.  Creemos que esto es necesario para que aquellos que no 
conocen el problema que estamos sufriendo con la famosa 
certificación entiendan el post publicado el 16 de noviembre de 2006 denominado "Hacia una demagogia de excelencia".