El Porqué del Blog...

Somos un grupo de estudiantes y académicos del Instituto Tecnológico de Tehuacán, interesados en el fomento de la Ciencia y la Cultura en nuestra institución, y en la realidad social y política de nuestro país.
Como estudiantes y académicos participamos activamente dando a conocer nuestras opiniones acerca de los acontecimientos relacionados con estos aspectos actuando como contrapeso moral y ético a la actual Administración del Instituto Tecnológico de Tehuacán.

domingo, 29 de junio de 2008

Ding an sich

Una persona se está probando un traje a la medida y le dice al sastre:
— ¡Hay que componer esta manga! ¡Está demasiado larga!
— No mire, si usted dobla el codo, le queda perfecta —dice el sastre.
— Ya, está bien…—dice la persona—. Pero ¡fíjese en el cuello! Cuando doblo el codo, el cuello se jala para atrás.
— ¿Y qué? — insiste el sastre—. Levante la cabeza y échela para atrás. ¡Perfecto!
— Pero ¡es que ahora el hombro izquierdo está tres centímetros más abajo que el derecho! —dice la persona.
— Eso no es problema— responde el sastre— Dóblese por la cintura hacia la izquierda y verá cómo se le recompone.

Así, el hombre sale de la sastrería con el traje puesto, el codo doblado, la cabeza erguida y echada hacia atrás e inclinado hacia la izquierda. Su andar se convierte en una especie de bamboleo espástico. En una esquina, se cruza con dos transeúntes.
— Mira, un tullido— dice el primero— ¡Pobre hombre, qué pena!
— ¡Si, pero sus sastre debe ser un genio! — responde el segundo— El traje le sienta de maravilla.

El segundo transeúnte piensa “El sastre de este tipo ha sabido hacerle un traje que le sienta de maravilla”. Esta afirmación pretende proporcionar información, basada en la observación, acerca del sastre y de su aparente habilidad para hacer un traje. Sin embargo, para el sastre “Este traje que he hecho sienta de maravilla” es, equivalente a decir “Este traje que he hecho es un traje que he hecho”. Y eso es así porque todos los trajes que haga ese sastre sentarán a la perfección, dado que lo que él hace es ajustar el hombre al traje.

Esta broma es más irónica cuando la aplicamos a situaciones que conocemos del Tecnológico. Cambiemos los personajes y veamos que es lo que pasa. Supóngase que el traje es el servicio de Internet del tecnológico, y que la persona que llega a medirse el traje son los usuarios de Internet del Tecnológico: alumnos, docentes o administrativos. El famoso sastre es el administrador del servicio de Internet.

Un administrativo que intenta utilizar el servicio de Internet para enviar documentos de CENEVAL, no puede hacerlo, por lo que el viernes se cierra el servicio de Internet a todos los usuarios con el fin de ver si así es posible hacerlo. ¡Qué lata con este servicio de Internet!
—¿Y qué?—insiste el administrador de Internet—Necesitamos un enlace de Internet de Telmex, para que esto funcione. ¡Y compran el primer enlace!
Otro administrativo que necesita utilizar el servicio de Internet para enviar los documentos para la beca docente y no puede hacerlo, le reclama al administrador de Internet: ¡Qué pasa con esta porquería de servicio, cuando va a funcionar aceptablemente!
— Cálmate—le dice el administrador de Internet—no estés grillando, el servicio de Internet es bueno a secas, pero para que funcione mejor necesitamos un segundo enlace de Telmex. Y ¡zaz!, lo pide y se lo compran.
Un docente que está intentando conectarse por medio del inalámbrico y no logra hacerlo le dice al administrador de Internet:
— ¡Por más que intento utilizar el servicio de Internet no puedo! ¡No sirve!
—Ningún problema, espera que tengamos otro enlace de Telmex, y verás cómo esto se compone.

Y así, el Tecnológico de Tehuacán se llena de 30 enlaces de Telmex además del enlace de INFOTEC que sigue sin funcionar bien.

Por los andadores del tecnológico, caminan dos profesores conversando.
—Mira qué servicio de Internet—dice el primero ¡Es un adefesio! ¡Es como si tuviéramos 30 cibercafés! ¡Qué pena desperdiciar el enlace de INFOTEC!
—¡Sí, pero su administrador de Internet debe ser un genio!—responde el segundo—con los enlaces comprados a Telmex ha hecho creer a la administración del Tecnológico que el servicio de Internet funciona de maravilla.

Esto es cruel, porque el servicio que está funcionando bien es el de Telmex, ¡no el enlace de INFOTEC, que podríamos decir que es el nuestro!

La cosa en sí: el sastre otra vez ha ajustado la persona al traje…

Nota Bene: Les pido mil disculpas a Thomas Cathcart y a Daniel Klein, por utilizar su filochiste.